
Después de una negociación que duró meses y compradores contendientes, el pasado viernes 27 de julio se confirmó la compra del estudio 20th Century Fox por parte de The Walt Disney Company por la histórica suma de US $ 71,000 millones de dólares (“$71 billions” en gringo).
Mientras la gran mayoría de los cinéfilos celebra que la Casa del Ratón se haya echado a la bolsa la casa de Los Simpsons, Alien y los X-Files, hay que ver esta titánica movida con cuidado.
Lo que en un inicio puede verse como una barrera menos para la unión de fabulosas franquicias fílmicas (¿los X-Men ya podrán salir en Avengers 5? ¿un episodio de Futurama con el Pato Donald?), en realidad puede ser el momento en que un monopolio cinematográfico de proporciones gargantuales da inicio.
Pero me adelanto.
En el 2017, Fox Entertainment Group, o 21st Century Fox, y todas sus divisiones (20th Century Fox, Fox Searchlight, Regency, Fox 2000, Fox Broadcasting Company, National Geographic, Blue Sky Studios, Hulu, etc., etc., etc.) estrenaron aproximadamente 31 películas (19 de 20th, y 12 de Searchlight), mientras Disney (Walt Disney Studios Motion Pictures, Walt Disney Animation, Pixar, Marvel Entertainment, etc.), llevó a salas solamente 12. La bronca es que mientras Fox y sus 31 largometrajes hicieron US $ 1,425 millones de dólares en taquilla, Disney casi duplica esos ingresos con US $ 2,410 millones produciendo tan solo 12 títulos.
Corríjanme si estoy mal, pero yo creo que Disney va a seguir apostándole a su estrategia de menos títulos con mayor proyección.
Y la última década lo augura: Disney sólo tuvo 16 estrenos en el 2016, 15 en el 2015, y en el 2014, 2013, 2011 y 2010 sacó en salas 17.
Si su modelo de pocas películas por año les ha funcionado hasta ahorita, dudo que quieran cambiarlo, pues significaría canibalizarse a si misma en cuanto a tiempo en salas.
¿Cómo está eso?
Pues que no es bueno sacar un estreno que le “coma” público a otro estreno que sacaste hace días.
Pero, ¿cómo le va a hacer Disney con los exhibidores (las cadenas de salas de cine)? ¿A poco no le van a poner un alto? ¿No le van a decir: “hey, deja que otros estudios también saquen películas”?
Sí, cómo no.
Con franquicias como Star Wars y Marvel, platillos que el bulto de los cinéfilos quieren probar -una y otra vez-, los exhibidores se doblan de espalda ante las exigencias de Disney. Desde tener sistemas de sonido adecuados (esto comenzó cuando Star Wars aún era de George Lucas), hasta aceptar un porcentaje menor en las ganancias y tiempos mínimos de estadías en salas.
Como dato curioso, la taquilla de Disney y Fox juntas en el 2017 fue de $4,500 millones. Es decir, el 40% de la taquilla del año, así que van a seguir aplicando el mismo proceso.
¿Qué consecuencias trae esto para los 6 grandes estudios de Hollywood?
Pues Disney y Fox son ahorita los protagonistas: se acaban de casar y pronto veremos a sus hijitos en pantallas.
Paramount (Viacom), con todo y su saga de Misión: Imposible, y Columbia Pictures (Sony) con… ¿qué trancazo a la taquilla ha tenido Columbia últimamente?, probablemente tengan que encontrar cobijo con otro estudio o fusionarse entre ambas, porque para nada tienen la mercancía que sus rivales tienen.
Y Warner Bros (Warner Media) y Universal (NBC Universal – Comcast) van a tener que hecharle toda la leña al horno si quieren seguir siendo una verdadera competencia. Warner Bros tiene posibilidades de mantenerse como digno contrincante ordeñando sus universos DC y Harry Potter (el Wizarding World). Universal, con sus marcas Fast & Furious, Minions y Mundo Jurásico puede que tenga suerte sólo hasta que sus estrellas / creadores se cansen. Por cierto, ¿recuerdan como le fue con su “Monster Universe“? Han de estar temblando en Universal City.
Pero eso es en cuanto a producciones grandes.
¿Qué pasa con las producciones pequeñas-petit? De a pie. De presupuestos mínimos. De “prestigio”. De autor.
A esas les va a ir en feria.
Si Disney ataca a lo grande, Warner y Universal tendrán que defenderse a lo grande. No habrá tiempo de hacer películas pequeñas. O bueno. Mejor dicho, no habrá PANTALLAS para películas pequeñas. Toda sala de cine cuenta como campo de batalla. ¿Ceder el espacio a soldados/películas que no harán gran diferencia? ¿Para qué?
…Pero cierto: productoras pequeñas y de pedigree podrán hacer su agosto, como A24 (Hereditary, LadyBird, Moonlight) o Focus Features (Darkest Hour, A Monster Calls, The Beguiled), ¿pero qué tanto músculo pueden ejercer con los exhibidores estos mini-estudios, si en conjunto, TODOS ellos apenas llegan al 10% de la taquilla TOTAL?
A menor cantidad de pantallas libres para exhibir películas, menos películas habrá.
Piensen eso cada vez que veamos Piratas del Caribe 7: Ya muérete Jack en las 15 salas de nuestro complejo cinematográfico más cercano.
La unión de dos gigantes como Disney y Fox nos trae alegrías a los que añoramos ver a Wolverine peleándose con Tony Stark, o a Spider-Man cargando a Deadpool por el exterior de un edificio. Pero vaya que nos van a clavar el cuchillo en la espalda cuando se nos antoje ver algo que no sea un remake o secuela. Los pequeños creadores, los nuevos directores dejarán de escucharse de poco a poco. Realizadores de la talla de Wes Anderson, Lynn Ramsay y Jeff Nichols puede que estén a salvo. ¿Pero y los demás? ¿Aquellos que apenas están luchando por su primera o segunda película? Para ellos habrá menos oportunidades de estrenar un filme en salas.
…Lo cual es bastante tonto, pues los directores de las grandes franquicias de Disney como Scott Derrickson (Doctor Strange), James Gunn (Guardianes de la Galaxia), Ana Boden (Captain Marvel), Jon Watts (Spider-man: Homecoming), Taika Waititi (Thor: Ragnarok), Jon Favreau (trilogía Iron Man y El libro de la selva) y Gareth Edwards (Rogue One) vienen de esa camada de creadores, de películas pequeñas, presupuestos bajos y salidas en salas con menos de 500 copias.
Disney ya no va a tener de dónde sacar sus directores y escritores para el Universo Cinematográfico Marvel y su fase 9.
Por si fuera poco, Disney y su estreno de 3 películas Star Wars (próximamente 4) en diciembre confirmaron que el invierno es un terreno fértil para los megablockbusters… Lo cual cierra OTRA ventana en específico para estrenos pequeños. De aquí al 2025, Disney ya planeó el estreno de Star Wars: Episodio XI, sus spin-offs, y las secuelas de Avatar en diciembre, lo cual de seguro cerrará toda ventana a estrenos pequeños en salas.
Por si tenían duda de si Disney viene con todo.
Y todo esto es sólo cine. Imaginen el panorama en televisión.
…Tal vez ya sea hora de re-pensar eso de que “la sala de cine es el hogar del cine”. Si las pantallas en salas serán controladas a futuro sólo por unos cuantos, tal vez el estreno digital es un modelo más que conveniente, necesario. ¿Netflix for the win?